Frases, proverbios, refranes
El verdadero adorno de la mujer es su carácter, su pureza.
El hombre siente que su cuerpo se confunde en el cansancio con las sábanas; y, de pronto, el cacareo de un gallo lo hace respingar furiosamente. Otro gallo contesta a la distancia.
Los fascistas hicieron correr ríos de sangre pero no consiguieron apagar la llama de la esperanza en un mundo en que al fin imperara la justicia. Los actuares socialistas están haciendo correr ríos de tinta que a ese respecto se muestra mucho más eficaz que la sangre.
Sé miserable. O motívate a ti mismo. Lo que haya que hacer, siempre es tu elección.
Mientras caminas y comes y viajas, permanece donde estés. De lo contrario perderás la mayor parte de tu vida.
No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma, de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti.