Bertrand Russell: Esto ha sido mi vida, Me pareció digna de ser vivida....

El licor es el cloroformo que permite al pobre hombre soportar la dolorosa operación de vivir.

No creas nada de lo que escuches y solo la mitad de lo que veas.

Los elegantes viven para vestir.

Mal medio es de atraer a un hombre a la razón el tratarle como si no la tuviera.

Porque morir no duele, lo que duele es el olvido.

Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada.

A los hombres conviene de vez en cuando dejarlos sueltos.

Si se descuida Don Julio me lo echo con limoncito.

Un toque de la naturaleza hace que todo el mundo sea pariente.

El único deber del hombre es andar siempre adelante.

Es horrible eso de tener siempre el juez delante.

Mi vida tiene exigencias y tiene disciplina, que no le serían fáciles a una persona normal.

No tomes el nombre de Dios en vano, escoge el momento en que tenga efecto.

Si quieres ver la verdadera medida de un hombre, ve cómo trata a sus inferiores, no a sus iguales.

Ser autónomo desde el punto de vista emocional no es dejar de amar, sino gobernarse a sí mismo.

Las cosas que me hacen diferente son las cosas que me hacen.

Nada es gratis en la vida, doctor. Todo tiene un precio. Yo, simplemente, estoy pagando una deuda que tengo con usted.

No hay en el mundo señorío como la libertad del corazón.

Tus actos ordinarios de amor y esperanza apuntan a la promesa extraordinaria de que cada vida humana tiene un valor inestimable.

Todos nacemos en la ignorancia, pero se debe trabajar duro para mantenerte estúpido.

Yo amo a Yecla, este buen pueblo de labriegos... Los veo amar, amar la tierra. Y tienen una fe enorme, la fe de los antiguos místicos... Esta es la vieja España, legendaria, heroica...

No es fácil hablar de cosas que todavía están dañanado.

Los hijos aprenden poco de las palabras; sólo sirven tus actos y la coherencia de éstos con las palabras.

Debimos decirle a Maradona: Mira Diego, vos jugás al fútbol como Dios, pero solo sos un hombre.

El amor es como Don Quijote: cuando recobra el juicio es que esta para morir.

La mayoría de las personas que caminarán detrás de mí serán niños, por lo que hay que mantener el ritmo con pasos cortos.

No es difícil ser bonita, ¡lo difícil es saber serlo!

No juzgues, y nunca te equivocarás.

Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.

Que tanto gusto había en quejarse, un filósofo decía, que, a trueco de quejarse, habían las desdichas de buscarse.