Tengo una gran fe en los tontos: confianza en mí mismo la llamarían mis amigos.

Las palabras no tienen poder para impresionar la mente sin el horror exquisito de su realidad.

En mi caso, la poesía no ha sido un fin, sino una pasión.

Nos amamos con un amor que era más que el amor.

Denigrar a un gran hombre es la forma más fácil en que un hombrecito puede alcanzar la grandeza.

Quienes sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a quienes solo sueñan de noche.

Hay algo en el amor desinteresado y abnegado de un bruto que va directamente al corazón de quien ha tenido la ocasión frecuente de poner a prueba la miserable amistad y la fidelidad del mero hombre.

El escritor que descuida la puntuación, o se equivoca, puede ser mal interpretado por la falta de una simple coma, a menudo ocurre que un axioma parece una paradoja, o que un sarcasmo se convierte en un sermón.

El verdadero genio se estremece al no estar completo, y por lo general prefiere el silencio a decir algo que no es todo lo que debería ser.

La muerte de una mujer hermosa, sin duda es el tema más poético del mundo.

Las fronteras que dividen la vida de la muerte son oscuras y vagas. ¿Quién puede decir dónde termina la una y comienza la otra?

Ese placer que a la vez es lo más puro, lo más enriquecedor y lo más intenso, se deriva, sostengo, de la contemplación de lo bello.