Es necesario correr riesgos. Sólo entenderemos todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.

No te ahogas por caer a un río, sino por mantenerte sumergido en él.

Puedes volverte ciego por ver cada día como uno similar. Cada día es distinto, cada día trae un milagro propio. Es sólo cuestión de prestar atención a este milagro.

Cuando quieres algo, todo el universo conspira para ayudarte a conseguirlo.

Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.

Cuando estás entusiasmado con lo que haces, sientes esa energía positiva. Es muy sencillo.

Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.

Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo.

Lo que puedo decir es que todos mis personajes están buscando sus almas, porque son mis espejos. Soy una persona que constantemente está tratando de entender su lugar en el mundo, y la literatura es la mejor manera que encontré para verme.

Hemos perdido contacto con la realidad, con la simplicidad de la vida.

Esperar es doloroso. Olvidar es doloroso. Pero no saber qué hacer es el peor tipo de sufrimiento.

El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día.