El libro en manos santas, es objeto santo; pero el libro santo en manos profanas, en profano se convierte.

El hombre probo y pío es mitad santo y mitad pollito.

Todo santo tiene un pasado, y todo pecador tiene un futuro.

Todo sobre mí es una contradicción, y también lo es todo sobre todos los demás. Estamos hechos de oposiciones, vivimos entre dos polos. Hay un filisteo y un esteta en todos nosotros, un asesino y un santo. No reconcilias los polos. Sólo los reconoces.

Mi padre fue un hombre de estado. Yo soy una mujer política. Mi padre era un santo. Yo no lo soy.

No hay santo sin pasado, no hay pecador sin futuro.

No serás santo por los pecados de otras personas.

Sé un guerrero a la hora de cumplir tus ambiciones. Y un santo cuando se trata de tratar a las personas con respeto, con generosidad y mostrando amor absoluto.