Frases, proverbios, refranes
No necesitas inteligencia para tener suerte, pero sí necesitas suerte para tener inteligencia.
No puedes obligar a nadie a amarte o prestarte dinero.
Las preocupaciones bajan mejor con sopa.
Con mucha riqueza vienen muchas preocupaciones.
Cuando no tengas otra opción, moviliza el espíritu de coraje.
Cuando dos personas divorciadas se casan, cuatro personas se meten en la cama.
Cuando un hábito comienza a costar dinero, se llama hobby.
Cuando un padre da a su hijo, ambos se ríen, cuando un hijo da a su padre, ambos lloran.
Lo que no ves con tus ojos, no lo atestigües con tu boca.
Lo que hace la hija, la madre lo hizo.
El hombre que da poco con una sonrisa da más que el hombre que da mucho con el ceño fruncido.
El buen compañero para todos es un buen amigo para nadie.